martes, 20 de marzo de 2012

SALMOREJO CORDOBÉS

No sé por qué, de repente, me asaltan una irrefrenables ganas de escribir. No acierto a comprender a qué se debe ni a qué responde esta ansiedad por la narración que me embarga últimamente. Quizás sea porque necesito sentirme realizada de alguna manera ya que, al no trabajar, no tengo la oportunidad de demostrar mi potencial y, escribiendo, siento que algo estoy haciendo bien. Porque me gusta escribir, y expresarme, y que la gente me lea y opine acerca de lo que cuento. O, simplemente, se recreen en una lectura fácil y amena y se diviertan con mis palabras de la misma manera que yo lo hago al escribirlas.

En muchas ocasiones me he planteado escribir un libro pero de la misma manera que surge la idea, desaparece y se volatiliza como si nunca antes hubiera existido. Y no es más que por mi falta de imaginación. Cuando pienso sobre qué escribir, no se me ocurre nada que pueda resultar lo suficientemente atractivo como para ser publicado. Y eso que dicen que la imaginación se cultiva... No creo que sea mi caso, no sé.

Hoy quiero deleitaros con una receta de salmorejo cordobés, y que me disculpen los cordobeses, que es sencilla a la par que muy sabrosa. Eso sí, con mi toque particular. Quizás la receta sean una invención propia...


Ingredientes:                                         
500 gr. de tomates
100 gr. de pan
100 ml. de aceite de oliva
1 diente de ajo
Sal
Huevos duros
Taquitos de jamón


Elaboración: 
Los tomates podéis elegirlos naturales, que deberéis escaldar un poco para poder pelarlos y trozearlos antes de añadirlos al pan, o triturados, de los que venden envasados. Al gusto.

Primero troceamos el pan, que puede ser del días anterior, y lo introducimos en un recipiente. Añadimos el tomate, media cucharada de sal, medio diente de ajo y el aceite.

A continuación batimos todos los ingredientes hasta que nos quede una crema espesita y fina. 

Probamos el resultado y rectificamos de sal o ajo.

Una vez hemos terminado la base del salmorejo, lo servimos en un plato hondo al que añadiremos, como acompañamiento, un huevo duro rallado y unos taquitos de jamón.

Es importante dejar que el salmorejo se enfríe bien para servirlo fresquito ya que es más apetecible de esta manera. Si tenemos prisa, podemos introducirlo dentro de un bol con agua fría y cubitos de hielo. De esta manera se enfriará mucho antes. Lo ideal es prepararlo la víspera en que hayamos pensado servirlo.

Esta es mi particular receta de salmorejo. Acepto críticas y recomendaciones. Seguramente sea una variante de las muchas que existen sobre este plato. Yo tengo que decir que a mi, tal y como lo preparé, me encantó. Y a mi marido también.
Que aproveche!!

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