sábado, 17 de marzo de 2012

JUDÍAS BLANCAS CON ALMEJAS

Una semana entera sin ordenador!!! Está bien, seré sincera. En realidad han sido sólo 4 días. Pero han sido los días más largos y vacíos de mi vida. Jamás me había sentido tan desangelada e incomunicada!!

Parece mentira cuánto y de qué manera influyen en nosotros las nuevas tecnologías. Reconozco su utilidad y cómo nos ayudan en nuestro día a día pero, ¿que haya llegando un punto en que no seamos capaces de sobrevivir sin Internet, móvil, etc?

Aunque la verdad, echo la vista atrás y no recuerdo cómo era mi vida anteriormente. Bueno sí. Cuando quedaba con alguien a las 17:30 en la Plaza del Ayuntamiento, no me quedaba más remedio que acudir a la cita a la hora fijada porque sino, mi cita podía pillarse un cabreo de tres pares de narices. Si por algún motivo inesperado preveías que ibas a llegar tarde, podías intentar avisar llamando al teléfono fijo, cosa que casi nunca funcionaba porque recurríamos a esta solución cuando apenas quedaban cinco minutos para la hora "C" con lo que, lo más probable fuera que nuestra cita ya hubiera salido de casa, si es que era más puntual que nosotros. Así que, como única alternativa posible, sólo te quedaba ponerte el turbo para finalizar aquello que te había entretenido más de la cuenta y salir chutando para llegar lo menos tarde posible. En mi caso lo tenía bastante fácil ya que mis padres viven a 10 min. de la Plaza del Ayuntamiento con lo cual, como la calle es cuesta abajo, en una carrerita tenía el camino hecho.

Y no vamos a entrar en el tema whatsapp porque me crispo y dejo de escribir el artículo. Qué triste no tener tema de conversación si no es a través de un aparatito... En fin! Juventud, divino tesoro, como diría mi madre.

Bueno, parece que no era tan complicado vivir sin móvil, no? Ahora, lo que sí me parecería imposible sería vivir sin Internet. Qué grandísimo invento! No hay cosa que imagines que no puedas encontrar en la red. No hay problema que se te plantee que no halle solución en la red. No hay trámite administrativo que no puedas realizar a través de la red. Y un sinfín de cosas más que soy incapaz de enumerar en este momento. Internet te hace la vida más fácil (recreando el slogan de no recuerdo qué anuncio...)

Pero vamos a lo que nos ha traído hasta aquí. Que no es más que otra deliciosa, apetitosa y sencilla receta. En esta ocasión se trata de una receta de mi madre que copió de no sé qué revista.

Ingredientes:

Judías blancas cocidas
Almejas frescas
Ajo y Perejil
Aceite y sal

Elaboración:

En una sartén echamos un poquito de aceite. Sin dejar que se caliente demasiado, añadimos las judías blancas cocidas (que serán de bote) sin escurrir. Para que el resultado final sea un poquito caldoso.

Cuando hayamos salteado un poco las judías, las sazonamos y echamos una picada de ajo y perejil (también sirven el perejil y ajo molidos).

Incorporamos las almejas, previamente lavadas, y tapamos la sartén. La mantenemos así hasta que las almejas se hayan abierto por completo. Y listo!! Podemos servir y degustar.

Como veis es una receta de lo más sencilla. Recordad adaptar la cantidad de los diferentes ingredientes al número de comensales.

Tengo que decir que esta no es una receta que yo ya haya elaborado antes. Únicamente he podido comprobar el resultado de la que cocinó mi madre la semana pasada y debo decir que fue excelente. Así que os recomiendo que la probéis porque no he conocido plato cuyo resultado, después de una preparación tan sencilla, sea tan sabroso.

Que aproveche!!

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