En esta ocasión se me
ocurrió que podría probar con la repostería y, que mejor manera de empezar que
con unas tiernas y riquísimas magdalenas.
Me
proponía superar a las que venden en la "Pastisseria Rossell" de mi
pueblo, Sant Sadurní d'Anoia, pero no lo conseguí. Con ello no quiero decir que
el resultado no fuera bueno porque, increíblemente, lo fue, es sólo que no
conseguí esa textura esponjosa y melosa que tienen las magdalenas de can
Rossell. Imagino que todo será cuestión de práctica.
Ingredientes:
250
gr. de harina
200 gr. de azúcar
2 cucharaditas de
levadura
Ralladura de naranja
2 yogures de vainilla
100 gr. de mantequilla
1 huevo grande
Elaboración:
1. Mezclar los
ingredientes secos: la harina, el azúcar, la levadura y la ralladura de naranja.
2. Mezclar los
ingredientes húmedos: los yogures, el huevo y la mantequilla, previamente derretida a fuego lento.
3. Unir ambas mezclas
sin batir demasiado.
4. Dejar reposar la masa
en la nevera durante unos 30 minutos.
5. Transcurridos los 30
minutos, sacar la masa de la nevera y batir. Poner la masa en una manga pastelera para
facilitarnos la tarea de rellenar los moldes.
6. Rellenar los moldes
de magdalena hasta sus 2/3 partes.
7. Hornear durante unos
20 minutos en el horno pre-calentado a 180 grados.
Antes de empezar con la
elaboración de esta receta, me aseguré de contar con todos los ingredientes.
Bien, no me faltaba nada, a excepción de los yogures de vainilla, que no fui
capaz de encontrarlos en el supermercado.
En un primer momento
pensé en substituirlos por flanes de vainilla, que sí tenía en la nevera pero,
reflexioné unos instantes y llegué a la conclusión de que la consistencia del
yogur, así como su composición, no es la misma que la de un flan, y deseché la
idea. En la nevera tenía yogures de varios sabores con lo que tenía que elegir
aquellos que tuvieran un suave sabor para que no alteraran demasiado el
resultado final de la receta.
Me decidí por los de
limón, que es un sabor que siempre me ha encantado y me puse manos a la obra.
La elaboración de la
masa para mis magdalenas se desarrolló con toda normalidad. Tal y como ya os he
recomendado, había leído la receta varias veces, la tenía a mano para poder
consultarla en caso de necesidad, y tenía todos los ingredientes preparados.
El problema surgió en el
momento de echar mano de la manga pastelera. Horror!! No tenía manga pastelera.
¿Qué hacer? Que no cunda el pánico. La masa resultante de la combinación de
todos los ingredientes no era demasiado espesa así que, perfectamente, podría
irla abocando en los diferentes moldes con la ayuda de una cuchara sopera. Así
lo hice. Después de pringar media cocina el resultado no puedo ser mejor: once
exquisitas magdalenas, tiernas y doraditas que decían: ¡Comedme, comedme!
P.D. En la cocina, como
en otras circunstancias de la vida, es importante disponer de recursos para
hacer frente a las dificultades.
Mmmmm, me la apunto!! ho fare aquest finde!
ResponderEliminarSi tens algun problema amb la recepta, ja saps. Soc aqui per resoldre els teus dubtes. Que vagi de gust.
ResponderEliminar